• ¿Les puedo pedir un favor, amigas?
  • Favor, sí. Plata, ni sueñes.
  • Cuando hoy nos despidamos, no me digan “Si no te veo, Felices Fiestas”.
  • Tenés razón, Olgui. Nunca entendí ese saludo. “¡Si me estás viendo ahora!”
  • Y tampoco me manden cadenas de buenos deseos. Todo prefabricado. Cero autenticidad.
  • ¿Preferís un “auténtico” como Dady?
  • ¿Brieva? ¿Por? ¿Qué se mandó esta vez?
  • Fue al programa de Luis Novaresio e Invito a sus detractores a que le chupen la …
  • ¡Pará, loca! Ya me imagino cómo sigue la propuesta.
  • Convengamos que Dady no es Kovadloff.  
  • Ni Midachi son Les Luthiers.  Mas bien, en las antípodas.
  • Por eso. Esa fue siempre la cuerda que pulsaron esos cómicos. Cero sutileza.
  • Para mí siempre fueron una estudiantina con producción. Punto.
  • Sí, pero se llenaron de guita. No podrás negar que son populares.
  • Populares y básicos.  Hace décadas que se repiten, disfrazándose de minas, con sus imitaciones berretas, sus pelucas baratas y sus humoradas machirulas. Vintage. Naftalínico.
  • Dice que está perdidamente enamorado de Cristina.
  • ¿Y por qué no le propone casamiento? Ella es viuda.
  • Pero él está casado con Mariela Anchipi, la bailarina.
  • Podrían practicar el poliamor.  Está de moda.
  • Hablando de poíticos, ¿vieron qué churro es Cafierito?
  • ¡No le digas “Cafierito”!  Así lo llamaba el General a Antonio, el padre.
  • Bueno, Cafiero Junior entonces. Es un galán de cine ese muchacho.
  • Podría ser tu hijo, Olgui. O tu nieto. 
  • ¿Y qué? No me lo pienso levantar. Sólo digo que es un bombonazo.
  • Hay unos cuantos lindos en esta nueva camada, ¿no?.
  • Sin embargo, Grabois dijo que “es difícil encontrar un morocho en el gabinete de Alberto Fernández.”
  • ¿Qué quiso decir? Él muy morocho no es.
  • ¿Por qué lo llaman “el amigo del Papa”?
  • Porque era amigo de Bergoglio, el pre Papa. 
  • ¿Vieron que Francisco levantó el secreto pontificio en los casos de abusos a menores por parte de representantes de la Iglesia?
  • ¿En serio? ¡Era hora! Más vale tarde que nunca. Pleno siglo XXI. ¡Mamma mia! 
  • Es que ya era alevoso, chicas. No se puede tapar el sol con un dedo. Las evidencias los estaban sepultando.  Están perdiendo fieles a rolete. Y ya se sabe que las manzanas podridas pudren el cesto.
  • ¿Vendrá Pancho a su país ahora que ganaron los F&F? 
  • Le preguntaron y contestó: “Pregúnteselo al Padre Eterno”,  y señaló con el dedo al cielo.
  • ¡Qué vivo! Él tiene línea directa, nosotros no.
  • A pasos de la Plaza de San Pedro, ahí nomás del Vaticano, pusieron un “cartellone”: “I Due Papi”, “Los Dos Papas”, promocionando la peli que protagonizan  Anthony Hopkins y Jonathan Pryce, basado en una historia real. Más de uno se puso nervioso.
  • Nos tendremos que conformar con ver la peli en Netflix.
  • Ojalá el Padre Eterno nos tire una soga para salir de este berenjenal.
  • ¿Se acuerdan de la frase de Julio de Grazia al final de “Plata dulce” cuando lo visita a Luppi en la cárcel: “Dios es argentino”, le dice. 
  • El Papa, sí. Dios, no creo.  Tiene camiseta propia. 
  • Chicas, les traje una pavadita para el arbolito. Si no nos vemos, Feliz Navidad! ¡Chin, chin!