• Ya sé que lo van a negar, porque nadie lo admite públicamente. Como cuando decían que nadie había votado al “yiojano patiyudo”. Pero igual pregunto: ¿lo vieron a Tinelli?
  • Yo un cachito, cuando terminó “100 días para enamorarse”. No mucho. ¿Cómo fue?
  • Devaluado, como el peso. Se nota el achique.  “Bailando por dos pesos”.
  • Y promete ser “blanco”, ¿vieron? Poca pelea, poco conventillo, poco trapito al sol.
  • Lo dudo. Seguramente el “Honorable Jurado” se  cuidará de decir cosas como: “Largá la pasta, Fulanito”, por temor al INADI. Pero buscarán otras maneras de meter cizaña.
  • Yo lo escuché aullar a Bossi, mal caracterizado como Luismi, en desafinado dúo con el mini Luismi. Una verdadera rotura de tímpanos.
  • ¡Qué karma ese pibito! ¿Qué le espera? Ser toda la vida la fotocopia de un famoso.
  • La que pasó de pero a escopeta es Lourdes Sánchez, la jermu del Chato Prada.  Ganó protagonismo. Abrió el Show y preside el “Bar-SM”.
  • ¿Bar-SM? ¿Y eso, qué es?
  • “Bailando Assistant Referee”. Pueden sumar o restarle puntos a los bailarines, después de la devolución del Jurado. Algo así como la Suprema Corte. Tienen la palabra final.
  • Por lo poco que vi, las devoluciones siguen siendo muy poco técnicas. “Trajiste alegría a la pista”; “Se nota que lo disfrutaron”; “¡Qué buena onda, chicos!”. Evaluación muy berreta.
  • Pampita brilla por su ausencia, ¿no?
  • La Ardohain factura no hablando. Se hace la enigmática, siempre rodeada por un enjambre de movileros. Y bien que le rinde. Ahora sale con un polista, ¿vieron?
  • ¡Qué “deja vu”! ¿No estuvo casada ya con un polista?
  • Claro, a quien dicen las malas lenguas le metió los cuernos con el chileno Vicuña, mucho antes del “mantita- Nepalta- gate” en el motor home.
  • Perdón que asocie, chicas. ¿Ustedes cómo festejaron el Día del Sexo Oral?
  • La respuesta es obvia, Maite: hablando de sexo. Más oral que eso no hay.
  •  ¿Es una joda, no? Digo, eso del “Día del Sexo Oral”.
  • ¡No! Es posta. El 6 del 9. ¿Se entiende?
  • Más joda parece eso  de los prostíbulos que hay en Italia, Barcelona y Moscú, donde los tipos  tienen sexo con muñecas de siliconas. Ni bien abrieron, se agotaron las reservas. ¿Pueden creerlo?
  • Y sí. Están siempre dispuestas, supongo. Y nunca les duele la cabeza.
  • ¿Y el amor?
  • El sexo y el amor no siempre van juntos. Hay sexo sin amor y amor sin sexo.
  • ¿Y desde cuándo te volviste experta, vos? ¿Quién sos? ¿La Rampolla del After Office?
  • Lo que digo, Mechi, es que también en eso tenemos que reprogramarnos. Nosotras somos de una generación para la que los tipos podían tener sexo por el sexo mismo, por placer, mientras que nosotras teníamos que “estar enamoradas” para acostarnos con alguien.
  • Leti tiene razón. La calentura estaba mal vista en una mina.
  • El tipo que se volteaba más minas siempre fue un langa, un piola. La mina, una “trola”. Por suerte, esa milenaria discriminación está desapareciendo, gracias a las pibas de hoy en día.
  • Hablando de discriminación, una buena. ¿Se enteraron que el Tribunal Supremo de India anuló la persecución penal a los homosexuales?  El Presidente del Tribunal lo dijo clarito: “Cualquier relación sexual con el consentimiento mutuo de dos adultos- homosexuales- heterosexuales o lesbianas- no puede ser inconstitucional”.
  • ¡Qué bueno tener vida para ser testigos de estos cambios!
  • Es que la sociedad siempre cambia mucho más rápido que las leyes. La gente va empujando, presionando y obligando a las normas a aggiornarse.
  • ¿No habremos perdido el bondi, amiga, para estar a la altura de las circunstancias?
  • ¡No! Si estamos en el mes del amor. O del sexo. O de ambos. Brindemos: ¡Chin, chin!