• Chicas, ¿vieron la entrega de los Estrella de Mar?
  • Un ratito, nomás, porque se me jodió el volumen de la tele, y de a ratos no salía el sonido.
  • ¿Estás segura?
  • ¡Obvio! Sólo se oía a los conductores. Justo cuando los premiados agradecían, se me cortaba. Un garrón. Totalmente errático.
  • ¡Es que fue así! No les dieron micrófono. Les entregaban el premio y les echaban flit.
  • ¡Me estás jodiendo!
  • No, nena. Era casi como mirar cine mudo. Con el agravante que la televisación fue en diferido, de modo que se perdió toda la sorpresa. La gente ya sabía por las redes quién había ganado y quién no.
  • ¿Y por qué lo habrán hecho así?
  • Más clarito, echále agua. Para que nadie despotricara contra el gobierno. Elemental, Watson.
  • ¿Y nadie protestó?
  • Sí, pero a la salida. Lo que tendrían que haber hecho todos era levantarse e irse de entrada, y dejar pagando a conductores, jurado, organizadores, y la mar en coche.
  • Estrellas de Mar estrelladas. ¡Qué papelón! Un premio devaluado. El año que viene, ni el loro va a ir.
  • Pero yo la escuché a Flor de la V diciendo que estaba de acuerdo con esa modalidad, porque los artistas se explayan demasiado en los agradecimientos: que la madre, que el padre, que el perrito que se fue al cielo, y no la cortan nunca.
  • Es la única que no chilló. Por otra parte, a los largueros se los corta subiendo el volumen de la música, como en los Oscar.
  • Ojo que en los Oscar también hay polémica. Quieren entregar algunos premios durante las tandas, como ninguneándolos. Feíto.
  • La justificación de Flor de la V no es razón suficiente. No dejar hablar a los actores y actrices fue un acto de censura, lisa y llana. Y te digo más. En la TV Pública no se vio a los artistas marplatenses que reclamaron con respecto a las tarifas que tienen que pagar. Mocharon esa parte. La editaron.  Pasó lo mismo en el Festival de cine. Operativo mordaza. Una vuelta al pasado. Un deja vu…
  • Al final salieron ganando los ofendidos que pegaron el faltazo, como la Compañía de Carmencita y la de Naza.
  • Son Montescos y Capuletos. No se pueden ni ver.
  • El hijo de la Barbieri se creía merecedor del premio a mejor director.
  • Pero recién empieza. Tampoco es Almodóvar. Tiempo al tiempo. Que no se agrande.
  • Y la hermana lo abucheó, porque no había nadie de la revista para recibir el premio.
  • Pensar que el espectáculo se llama “Nuevamente Juntos”, y los Bal-Barbieri más separados no podrían estar.
  • Che, ¿ligaron algo para el Día de los Enamorados?
  • Ni un chupetín bolita, ni un caramelo media hora.
  • Lo que yo no sabía es que el 13 fue el Día del Amante, justo antes de San Valentín.
  • Se te junta el ganado. ¡Cuánto gasto! Las flores aumenten el 100%, y encima te las venden mustias.
  • Estos festejos son todos bolazos, chicas. Fechas plásticas impuestas por el mercado. No hay que morder el anzuelo. No caigamos en la trampa.
  • Me hacés acordar a la fábula de Esopo: “La zorra y las uvas”. ¿Se acuerdan? La zorra ve las uvas pero no puede alcanzarlas. Entonces, las desprecia diciendo: “Bah! No están maduras”. ¿No será, amiga, que despreciás el festejo porque no tenés con quien festejarlo?
  • “Si quieres ser feliz como me dices, no analices” ¡Mozo! ¡Más uva! Digo, más vino. ¡Chin, chin!