• ¡Este íspa da pa’todo, chicas! El que no progresa es porque no quiere.
  • ¡Estás desvariando, nena! ¿Qué es ese súbito ataque de optimismo?
  • Mírenla a Lulipop. Pasó de operada a operadora en un santiamén. Carrerón.
  • ¡Vos de envidiosa! ¡Más quisieras hacerte chapa y pintura como ella!
  • ¡Pero habla como el Oráculo de Delfos!
  • ¿Quién es Delfos, Martita?
  • ¡Si serás burra! ¿No estudiaste historia antigua? Delfos era un santuario para consultar a los dioses en Grecia, junto al Monte Parnaso.
  • ¿Y qué tiene que ver la Salazar con esa leyenda?
  • Que todos la consultan. Tiene data de arriba. Posta, posta.
  • ¿No serán secretos de alcoba?  Porque vieron que nunca sale con un  pelagatos. Sus candidatos son siempre de paladar negro y billetera abultada.
  • Ahora que decís leyenda, Pirucha, la Legrand está desatada últimamente. ¡Dice cada cosa!
  • ¿Otra vez metió la pata?
  • Sí, pero en su contra. Dijo que el chorizo la pierde.
  • ¡Qué malpensada! Se refería al embutido la Reina Madre. Vos tenés la idea fija.
  •  ¡No será que no le funciona el lóbulo frontal? Ese que controla los impulsos, el lenguaje….
  • En una de ésas se está peronizando. Del chorizo al choripán, un paso.
  • ¡Vos decís que se la ve venir?
  • Y, una de las definiciones de “inteligencia” es “capacidad de adaptación”.
  • ¿Lo invitará al Alberto a su mesaza?
  • No digas “el Alberto”, porque se confunde con el otro Alberto. El hermanito del Adolfo Rodríguez Saá. Abel y Caín.
  • La pasó mal con Calamaro la Chiqui. No le gustó que dijera que el país está hecho pelota.
  • Pelota de trapo. Toda remendada. Es la pura verdad, quévachaché.
  • Hablando de pelotas, ¿hacemos una colecta para Claudio Paul Caniggia?
  • ¡Una colecta? ¡Si está podrido en guita!
  • Y entonces ¿por qué no se hace un baño de crema? Con ese pelo pajoso parece un espantapájaros más que un pájaro.
  • ¿No será peluca?
  • La Nannis se lo quiere comer crudo. Le va a sacar hasta los zolcilloncas.
  • Otra separación mediática que satura es la de voz de pito Cubero y esfinge Neumann.
  • Son más inmaduros que sus 3 hijas. Se van a ofrecer en adopción las pendejas.
  • ¿Están viendo “Pequeña Victoria?
  • Sí. Bastante polémico, ¿no? Le dieron con un caño a la autora por la forma liviana en que trata el tema de la subrogación de vientre.
  • Bueno, chicas, pero es ficción, no un documental ni un programa de investigación. Es lógico que se tome ciertas licencias.
  • A mí lo que no me cierra es que el personaje de Julieta Díaz, la ejecutiva en ascenso, viva toda esta historia en secreto, como si fuera un delito.
  • Es que la subrogación de vientre no está regulada en Argentina. No hay legislación al respecto.  En Estados Unidos es moneda corriente.  Luego de una fertilización in vitro, se extraen los óvulos de la mujer y los espermatozoides del donante y se forman embriones que se colocan en el útero de una madre sustituta.
  • Igual está bueno que se instale el tema, aunque se cometan errores. Como el año pasado, con “100 días para enamorarse”, que puso en el tapete la disforia de género. Nos desasnamos todos.
  • A mí me aburren Luciano Castro haciendo de Luciano Castro y Facundo Arana haciendo de Facundo Arana. ¿Qué quieren que les diga?
  • ¡No me los critiques! ¡Están re fuertes! ¡Los amo!
  • No lo niego, pero no componen. Se repiten. El musculoso y el bueno.
  • ¡Chicas! Les traje una flor a cada una. ¡Por fin llegó la primavera!
  • ¡Gracias, Piru! ¿De tela?!
  • Y bueno. Están caras las naturales. Y éstas duran.
  • Como nosotras, que no nos marchitamos. ¡Mozo! Cóctel Margarita para todas! ¡Chin, chin!