• ¡Hola, grupete! ¡Cada día más cancheras con esto del Zoom-encuentro!
  • Y, sí. A la fuerza, nos aggiornamos. Nunca es tarde para aprender cosas nuevas, ¿no?
  • Hoy les propongo hacer una vaquita, chicas.
  • ¿Para vos, amiga? ¿Ya estás en la lona? ¿Rompiste el chanchito?
  • Chanchita soy yo, Chela. ¡No saben cómo engordé! Con decirles, que regalé la balanza para no enterarme.
  • Y ¿para quién es la vaquita?
  • Para Dady Brieva.
  • ¿El Midachi? Si la juntó con pala. ¿Ya se la patinó toda? Mirá que curraron lindo, eh.
  • No sé. Por las dudas, digo. Para comprarle un pasaje. O varios. Para toda la familia.
  • ¿Adónde? Que yo sepa, ahora no se puede viajar a ningún lado.
  • En avión privado, sí. Mirála a la Su. Se rajó a Punta, como si nada.
  • No, chicas. A Dady hay que mandarlo a Venezuela, envuelto para regalo, con moñito y todo. Está enamorado de Maduro. Y de Cris, claro.
  • Si vamos a hacer el esfuerzo, juntemos un poco más de guita y lo mandamos junto al Diego, otro devoto del Profesor Jirafales.
  • Dady está cada vez más parecido a Trump. ¿Vieron que el yosapa del país del norte se la agarró con los medios y las redes sociales que le bajan la caña? Bueno, Brieva también quiere amordazar a los medios opositores. Un adalid de la libertad de prensa el cómico.
  • No sólo a los periodistas quiere silenciar. También a los fiscales que investigan a funcionarios del kirchnerismo, acusados de malversaciones varias. Es coherente el comicastro.
  • Siempre la culpa es del mensajero, ¿no? “Necesitamos urgente regular”, sentenció Brieva. Léase, censurar, acallar, amordazar, prohibir. Y siguen los sinónimos y eufemismos.
  • Volviendo a la Su, yo creo que la gente la critica de envidia nomás. Porque le da el cuero para irse a la mismísima …
  • ¡Epa, epa! ¡La boquita, Rita!
  • ¿Se la llevó a Rita, la perrita mordedora, a la vecina orilla?
  • Al hermano se llevó. Parecido. Canta como un perro. Con perdón de los canes.
  • Dicen las malas lenguas que la diva de los teléfonos está harta de pagar impuestos, y piensa seriamente quedarse a vivir en su chacra esteña.
  • ¡Lo bien que haría!
  • ¿Estás sugiriendo que no hay que pagar impuestos? ¿Estás liderando una rebelión fiscal?
  • Lo que digo es que nunca sabés dónde se va esa guita, Rita. Un agujero negro. Y la Giménez se la ganó con honra, no como otros que metieron la mano en la lata.
  • Con la mishiadura que hay ahora, más vale que no se pongan densos con los pagos, porque si no producimos, tampoco podemos garpar. Pelito al cielo.
  • Esto no termina más, ¿no?
  • Y, yo diría que el 2020 no cuenta. Por algo es año bisiesto. Lo borramos con liquid paper.
  • Dicen que cuando volvamos, si volvemos, el distanciamiento social seguirá vigente.
  • ¿O sea, no más chape? ¿No más franela? ¿No más apriete? ¿No más “bailar pegados”, como canta Sergio Dalma?
  • ¡No! ¡Los lentos no vuelven nunca más! ¡Olvídense!
  • ¡Menos mal que los disfrutamos de purretas! Las pendex no saben lo que se perdieron.
  • No las quiero deprimir, amigas, pero se dan cuenta que mañana es junio, o sea mes 6, o sea mitad de año?
  • ¡Che! ¡Es domingo! ¡No sumes bajón al día más melancólico de la semana!
  • Hablando de eso, avísenle al Presi que la angustia no es un invento de los medios, y que la salud mental es tan importante como la física. Digo, por si no se enteró.
  • Seguro que se enteró. ¿No le viste la cara en las últimas apariciones? ¡Cómo envejece la gestión! Les pasó un Scania por encima. Mauri debe estar saltando en una pata.
  • Bueno, chicas. C’est fini. ¡Que no decaiga! Antes muertas que pinchadas. ¡Chin, chin!